Neo Academismo

Surge en Europa como una nueva propuesta plástica que, bajo la influencia del impresionismo parisino, plantea una temática más libre, un mejor tratamiento de la luz, dejando de lado la búsqueda de la perfección en beneficio de la creatividad del artista. En nuestro medio, fueron muchos los pintores que optaron por esta nueva tendencia; entre ellos destacan:

Daniel Hernández (Huancavelica 1856 - Lima 1932) ha sido considerado como el gran maestro de la pintura nacional. A él debemos el inicio de la formación de los artistas ya que fue invitado a formar la Escuela de Bellas Artes como centro de estudios y formación. Daniel Hernandez fue uno de los más admirados artistas plásticos que pensionado en Europa por el gobierno de José Pardo, a su regreso al Perú asumió la dirección de la Escuela de Arte. Su trabajo se distingue por el equilibrio permanente entre el dibujo y el colorido y por la excelencia de su diseño hasta en los mínimos detalles. Con una cierta preferencia por los temas históricos, destacan La muerte de Sócrates, Capitulación de Ayacucho, Apoteosis de Ayacucho, Saludo al presidente Leguía, Retrato de dama, Dama en el Campo, Retrato de un Inca, Mujer cargando un ganso y Mujer cargando leña.




Teófilo Castillo (Carhuaz 1857-1922), fue el primer crítico de arte en nuestro medio; sus comentarios acertados y a veces ácidos, le granjearon admiradores y no pocos detractores. Como artista, gran parte de su obra está vinculada a la reminiscencia de la Lima virreinal, destacando su preferencia por las tonalidades graves, al manejo casi lírico del color, como se aprecia en Interior de iglesia, La Procesión del Corpus Christi, El asesinato del marqués de Aguas Claras, conocido también como La muerte del conde de Nieva y Autorretrato. Enmarcó en sus obras los paisajes naturales del interior del país, en los que imprime un exuberante colorido y la fuerza de su paleta que le permite captar con extraordinaria luminosidad algunos detalles del ambiente andino, como se ve en Paisaje del Huascarán, Paisaje nevado y Paisaje de la Laguna de Llanganuco.








Otro personaje, sin mucho protagonismo, es Juan Lepiani, autor de retratos, paisajes, temas religiosos e históricos.Finalmente, entre los pintores de fines del XIX y comienzos del XX se debe mencionar a Carlos Baca Flor, quien plasmó artísticamente a los personajes más prominentes de su época. Viajó a Paris y a Roma, donde destacaría como retratista. Ejecutó el retrato de Morgan, conocido hombre de negocios del mundo norteamericano, lo que le abrió muchas puertas en su carrera.La dama del collar, Muchacho con sombrilla, Academia de joven acostado Anciano, son algunas de sus obras.


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